El regreso del absolutismo y las independencias americanas
La vuelta de Fernando VII en 1814 fue una ducha fría para los liberales. El rey anuló inmediatamente la Constitución de 1812 y restauró la monarquía absoluta, iniciando el Sexenio Absolutista (1814-1820). Solo hubo un respiro durante el Trienio Liberal (1820-1823), cuando el golpe de Riego restauró temporalmente la Constitución.
Pero las consecuencias de la guerra fueron devastadoras. España perdió su estatus de gran potencia, el país quedó arruinado económicamente y, lo peor de todo, perdió prácticamente todo su imperio americano.
La independencia de Hispanoamérica (1817-1824) fue facilitada por el vacío de poder durante la guerra. Líderes como San Martín y Bolívar aprovecharon la debilidad española. San Martín liberó Argentina y Chile, mientras Bolívar creó la Gran Colombia. La batalla de Ayacucho (1824) selló la independencia de Perú y el fin del imperio español en América continental.
Al final, España solo conservó Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El sueño liberal de modernizar España tendría que esperar décadas para hacerse realidad.
Reflexiona: La Guerra de Independencia salvó la soberanía española, pero costó un imperio y retrasó la modernización del país.