Fernando VII: Entre el Liberalismo y el Absolutismo
El regreso de Fernando VII en 1814 marcó el inicio de una lucha feroz entre dos visiones opuestas de España. El rey, conocido como "El Deseado", llegó con ideas completamente contrarias al liberalismo que habían desarrollado las Cortes de Cádiz.
El 4 de mayo de 1814, Fernando VII disolvió las Cortes, abolió la Constitución de 1812 y restableció el absolutismo. Con la economía arruinada y las colonias sublevándose, el rey prefirió perseguir a los liberales antes que hacer reformas. Más de 12.000 afrancesados se exiliaron y restituyó todos los privilegios del Antiguo Régimen.
El pronunciamiento de Rafael de Riego en 1820 obligó al rey a jurar la Constitución, iniciando el Trienio Liberal (1820-1823). Durante estos años se eliminó la Inquisición, se suprimieron las órdenes monásticas y se creó la Milicia Nacional para defender el sistema liberal.
💡 Dato clave: La intervención de los "Cien Mil Hijos de San Luis" en 1823 restauró el absolutismo con ayuda francesa, demostrando la división europea entre liberales y absolutistas.
La década absolutista (1823-1833) cerró este período con Fernando VII creando los Voluntarios Realistas para reprimir el liberalismo. La crisis económica continuó y la Pragmática Sanción de 1830, que permitía heredar el trono a su hija Isabel, preparó el terreno para las Guerras Carlistas que estallarían tras su muerte en 1833.
La Independencia de las Colonias Americanas
La pérdida del imperio americano fue una de las consecuencias más dramáticas de esta crisis. Las ideas ilustradas, el ejemplo de Estados Unidos, el descontento de los criollos marginados del poder y la debilidad de España tras Trafalgar crearon el caldo de cultivo perfecto para la independencia.
El proceso tuvo dos etapas principales. La primera (1808-1815) coincidió con nuestra Guerra de Independencia, cuando territorios como el Virreinato del Río de la Plata formaron juntas de autogobierno. La segunda etapa (1816-1825) vio las campañas libertadoras de San Martín y Simón Bolívar.
San Martín cruzó los Andes para liberar Chile y Perú, mientras Bolívar liberó Venezuela, Colombia y Ecuador, formando la Gran Colombia. México y Centroamérica también consiguieron su independencia, dividiendo posteriormente la región en varios estados.
💡 Dato clave: España perdió prácticamente todo su imperio americano en menos de dos décadas, conservando solo Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
El legado español en América fue enorme: la lengua castellana, la religión católica, una impresionante red urbana con ciudades como México y Lima, y una sociedad multicultural resultado del mestizaje entre indígenas, europeos y africanos. Esta herencia cultural sigue siendo fundamental en la identidad latinoamericana actual.