Gran Bretaña, pionera de la industrialización
¿Por qué comenzó la industrialización precisamente en Gran Bretaña? Esta nación reunía condiciones excepcionales que la convirtieron en el escenario ideal para la primera Revolución Industrial.
Gran Bretaña contaba con un vasto imperio colonial y dominaba las rutas marítimas, lo que le permitía comerciar materias primas y proteger su mercado mediante leyes como las Navigation Acts. Los beneficios del comercio financiaron inversiones industriales y el desarrollo del sector financiero.
Su mercado interior estaba bien conectado por puertos, carreteras y canales, sin aduanas internas que obstaculizaran el comercio. Además, su sistema político de monarquía parlamentaria garantizaba derechos de propiedad y libertad comercial, creando un entorno favorable para los negocios.
La innovación tecnológica también jugó un papel crucial, con artesanos, fabricantes e ingenieros que constantemente buscaban mejoras, reemplazando gradualmente el trabajo manual por máquinas más eficientes.
Las revoluciones agraria y demográfica
El despegue industrial británico no se debió solo a avances tecnológicos, sino que fue precedido por dos transformaciones fundamentales: la revolución agrícola y el crecimiento demográfico.
La revolución agrícola en Gran Bretaña del siglo XVIII aumentó la producción de alimentos, liberó mano de obra para las fábricas y generó capital para inversiones industriales. Esto se debió principalmente a cambios en la estructura de la propiedad, como las Enclosure Acts, que cerraron tierras comunitarias convirtiéndolas en parcelas privadas, obligando a muchos campesinos a emigrar a las ciudades.
💡 La revolución agrícola no solo alimentó a la creciente población urbana sino que también proporcionó la mano de obra necesaria para las nuevas fábricas industriales.