La Revolución de 1868 y el Sexenio Democrático
El Pacto de Ostende (1866) entre progresistas y demócratas para destronar a Isabel II, más la crisis económica por el ferrocarril y la carestía de alimentos, crearon el caldo de cultivo perfecto para la revolución.
El 18 de septiembre de 1868, el almirante Topete sublevó la escuadra en Cádiz gritando "¡Viva España con honra!". "La Gloriosa" se extendió por toda España, y tras la victoria en el Puente de Alcolea, Isabel II se exilió a Francia el 30 de septiembre.
El gobierno provisional, liderado por Serrano y Prim, introdujo reformas revolucionarias: supresión del impuesto de consumos, libertad de prensa y enseñanza, nueva moneda (la peseta), y por primera vez en España, sufragio universal masculino. Las elecciones del 15 de enero de 1869 fueron las primeras verdaderamente democráticas de nuestra historia.
La Constitución de 1869 fue la más avanzada hasta entonces: amplia declaración de derechos, sufragio universal, bicameralismo, pero mantuvo la monarquía. Mientras se buscaba rey, Serrano ejerció la regencia y Prim presidió el gobierno, enfrentándose a la guerra de Cuba, la oposición carlista y republicana.
Histórico: Por primera vez en España, todos los hombres mayores de 25 años podían votar, sin restricciones económicas.