Castilla: Guerras Civiles y Cambios Dinásticos
En Castilla, la tensión entre el rey y la nobleza explotó en una brutal guerra civil en el siglo XIV. Pedro I se enfrentó a su hermano Enrique de Trastámara, que lideraba una rebelión nobiliaria.
Enrique ganó la guerra e instauró la dinastía Trastámara en el trono castellano. Para recompensar a los nobles que le habían apoyado, les concedió las famosas mercedes enriqueñas (tierras, títulos y privilegios). Paradójicamente, aunque la nobleza había ganado, la monarquía salió fortalecida de este proceso.
Pero la paz no duró mucho. Al final del período, la nobleza volvió a rebelarse aprovechando las disputas entre Enrique IV y sus hermanastros Alfonso e Isabel. La muerte del rey desencadenó una segunda guerra civil que terminó con la llegada al trono de Isabel la Católica.
Para el examen: Recuerda que las mercedes enriqueñas fueron clave para entender cómo la nobleza castellana incrementó su poder territorial en esta época.
Aragón: Expansión Mediterránea y Crisis
La Corona de Aragón siguió una estrategia muy diferente: la expansión por el Mediterráneo. A pesar de la oposición de Francia y el Papa, incorporaron Sicilia (1282), Cerdeña (1324) y el reino de Nápoles (1443). Incluso controlaron temporalmente los ducados griegos de Atenas y Neopatria gracias a los almogávares, mercenarios catalanes.
Esta expansión convirtió a Barcelona en una potencia comercial mediterránea. El comercio internacional floreció y Cataluña se enriqueció considerablemente. Sin embargo, cuando murió Martín el Humano sin descendencia, llegó otra dinastía castellana: los Trastámara, tras el Compromiso de Caspe (1412).
Al final del período, la pujanza económica mediterránea entró en crisis y estalló una guerra civil en Cataluña durante el reinado de Juan II, mostrando que ni siquiera el éxito comercial podía evitar los conflictos internos.
Navarra: Entre Francia y los Conflictos Nobiliarios
El pequeño reino de Navarra había perdido sus posibilidades de expansión hacia el sur y estaba muy influenciado por Francia. Los conflictos nobiliarios eran constantes entre dos bandos: los agramonteses (de las tierras llanas) y los beamonteses (de las zonas pirenaicas y Pamplona).
La situación explotó cuando murió la reina Blanca y se desató una terrible guerra civil entre Juan II de Aragón (apoyado por los agramonteses) y su propio hijo Carlos, Príncipe de Viana (apoyado por los beamonteses).