El Ascenso del Totalitarismo y el Nazismo
Los años 30 vieron nacer algo realmente peligroso: los regímenes totalitarios. Estos sistemas concentraban todo el poder en líderes carismáticos como Mussolini en Italia y Hitler en Alemania, que exigían obediencia ciega y eliminaban cualquier oposición.
El totalitarismo tenía características muy claras: un solo partido político, control total de la economía y la sociedad, propaganda constante y un ultranacionalismo extremo. Además, defendían ideas irracionales sobre la superioridad racial y usaban símbolos para unificar a sus seguidores.
En Alemania, Hitler aprovechó el descontento por el Tratado de Versalles y la crisis económica para llegar al poder en 1932. Una vez como canciller, no perdió el tiempo: creó el Tercer Reich, prohibió todos los demás partidos políticos y estableció una brutal dictadura.
Dato clave: Hitler promovió la idea de la superioridad de la raza aria y comenzó la persecución sistemática de los judíos, lo que más tarde llevaría al Holocausto.
El régimen nazi rechazó completamente el Tratado de Versalles, rearmó el ejército alemán y comenzó una política expansionista agresiva. Todo esto preparó el terreno para el conflicto más devastador de la historia humana.