Los Primeros Pasos Revolucionarios (1789)
En 1789, Luis XVI convocó los Estados Generales por primera vez en 175 años, desesperado por aprobar nuevos impuestos. Pero el tercer estado tenía otros planes. Hartos de que sus votos no contaran igual, el 17 de junio se separaron y formaron la Asamblea Nacional.
Tres días después protagonizaron el Juramento del Juego de Pelota. Encerrados en una cancha de tenis, juraron no separarse hasta redactar una Constitución que garantizara los derechos de todos. Era una declaración de guerra al absolutismo.
El 14 de julio de 1789 llegó el momento más simbólico: la Toma de la Bastilla. Esta fortaleza-prisión representaba la opresión real. Aunque solo tenía unos pocos prisioneros, su caída demostró que el poder del rey ya no era intocable. El pueblo parisino, armado con picas y mosquetes, la conquistó tras horas de lucha.
El 26 de agosto, la Asamblea Nacional aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Este documento revolucionario proclamaba que todos los hombres nacen libres e iguales, estableciendo las bases de una sociedad democrática.
¿Sabías qué? El 14 de julio se sigue celebrando en Francia como su fiesta nacional, recordando este momento histórico que cambió el mundo.