Números Complejos
Los números complejos (ℂ) surgen como extensión de ℝ para resolver ecuaciones como x²+1=0 que no tienen solución en los reales.
ℂ se define como ℝ² con operaciones específicas:
- Suma: (a,b)+(c,d) = a+c,b+d
- Producto: (a,b)·(c,d) = ac−bd,ad+bc
Con estas operaciones, ℂ forma un cuerpo conmutativo. Cada número complejo z=(a,b) se puede escribir como z=a+bi, donde i²=-1.
A diferencia de ℝ, en ℂ no existe un orden compatible con las operaciones. Sin embargo, podemos definir el módulo de un número complejo: |z|=√a2+b2, que representa la distancia del número al origen en el plano complejo.
💡 Cada número complejo z=a+bi puede representarse en forma polar: z=|z|cosφ+i⋅senφ, donde φ es el argumento de z (el ángulo que forma con el eje real positivo).
Esta representación facilita la multiplicación y división de números complejos, ya que:
- |z·w|=|z|·|w|
- arg(z·w)=arg(z)+arg(w)
La fórmula de De Moivre establece que cosφ+i⋅senφⁿ = cos(nφ)+i·sen(nφ), lo que permite calcular potencias de números complejos de forma eficiente.
Una consecuencia importante: cada ecuación polinómica zⁿ=a tiene exactamente n soluciones complejas distintas, que forman los vértices de un polígono regular en el plano complejo.