Fermentación láctica y acética
La fermentación láctica convierte azúcares en ácido láctico usando bacterias como Lactobacillus. Este proceso es fundamental para hacer yogur, queso y otros lácteos fermentados.
En la producción de queso, las bacterias lácticas acidifican la leche y, junto con la renina, forman la cuajada. Los quesos curados pasan por una maduración adicional donde bacterias y hongos desarrollan sabores y texturas únicos.
La fermentación acética usa bacterias como Acetobacter para convertir alcohol en ácido acético, produciendo vinagre. Aunque necesita oxígeno, se considera fermentación porque es un proceso incompleto de respiración.
💡 Conexión interesante: El vinagre de manzana viene de la sidra que "se estropea" por exceso de oxígeno - ¡un accidente que se volvió producto comercial!