Las operaciones con números enteros son fundamentales para el desarrollo matemático y requieren una comprensión profunda de conceptos básicos.
Los números enteros incluyen tanto números positivos como negativos, y el valor absoluto de un número representa su distancia desde cero en la recta numérica, sin importar su signo. Por ejemplo, el valor absoluto de -5 es 5, mientras que el número opuesto de un valor es el mismo número con signo contrario. La ley de signos suma y resta establece que cuando sumamos números con el mismo signo, mantenemos el signo y sumamos los valores absolutos, mientras que cuando los signos son diferentes, restamos los valores absolutos y conservamos el signo del número mayor en valor absoluto.
Para las operaciones combinadas resueltas, es esencial seguir un orden específico: primero se resuelven los paréntesis, luego las potencias y raíces, seguido por multiplicaciones y divisiones (de izquierda a derecha), y finalmente las sumas y restas. La regla de signos multiplicación indica que cuando multiplicamos dos números con el mismo signo, el resultado es positivo, y cuando los signos son diferentes, el resultado es negativo. Esta misma regla se aplica para la división. Los estudiantes de 1° y 2° de ESO deben practicar estos conceptos mediante ejercicios de números enteros progresivos, comenzando con operaciones simples y avanzando hacia problemas más complejos que combinen diferentes tipos de operaciones y el uso de paréntesis.