Novecentismo y Vanguardias: La Revolución Cultural del Siglo XX
La Primera Guerra Mundial (1914-1917) lo cambió todo en Europa. Aunque España no participó en la guerra, el rechazo a los valores tradicionales también llegó aquí, creando una necesidad urgente de renovar completamente la literatura.
El Novecentismo (1914-1925) supuso una ruptura total con movimientos anteriores como el Realismo y la Generación del 98. Los autores novecentistas buscaban un arte puro alejado del sentimentalismo, con un tono más intelectual y menos subjetivo.
Ortega y Gasset lideró esta reforma literaria con una actitud elitista extrema. Su obra La deshumanización del arte propone alejarse de los temas humanos para crear un arte selecto. A diferencia de los noventayochistas, estos autores miraban hacia Europa como modelo para modernizar España.
El ensayo fue el género estrella del Novecentismo, buscando serenidad y equilibrio. En novela destacan Gabriel Miró (El obispo leproso) y Pérez de Ayala, mientras que en poesía sobresale Juan Ramón Jiménez, quien evolucionó desde el modernismo hacia una poesía pura e intelectual.
💡 Recuerda: El Novecentismo creó una "literatura para minorías" hecha por universitarios para un público culto y selecto.
Paralelamente, las vanguardias europeas experimentaban y rompían con todo lo tradicional. Entre 1910 y 1925 alcanzaron su auge en España, coincidiendo perfectamente con el Novecentismo y compartiendo esa deshumanización del arte.
Las vanguardias se caracterizan por ser iconoclastas (rompen imágenes establecidas), efímeras, deshumanizantes y provocadoras. Los movimientos más importantes incluyen el cubismo (caligramas de Apollinaire), el futurismo de Marinetti, el dadaísmo y el influyente surrealismo, que combinaba dadaísmo con las teorías de Freud para explorar el inconsciente.
En España destacan el ramonismo de Ramón Gómez de la Serna (creador de las famosas greguerías), el ultraísmo de Guillermo de Torre, y el surrealismo español que influiría decisivamente en la Generación del 27.