El Modernismo y la Generación del 98
Imagínate vivir en una época donde todo parece estar cambiando de forma caótica y deshumanizada. Eso es exactamente lo que sintieron los escritores de finales del siglo XIX, cuando la mentalidad burguesa dominaba con su pensamiento racional y materialista.
Esta situación creó la famosa "crisis de fin de siglo", una sensación de angustia ante un mundo que parecía haber perdido sus valores tradicionales. La Revolución Industrial había traído progreso, pero también explotación, desigualdad y contaminación que horrorizaban a los artistas.
El Modernismo nació como una revolución artística que duró desde 1880 hasta la Primera Guerra Mundial. Los escritores modernistas rechazaron rotundamente el utilitarismo burgués y se refugiaron en la búsqueda de la Belleza con mayúsculas. Su lema era "el arte por el arte", tomado de movimientos franceses como el Parnasianismo y el Simbolismo.
Para escapar de la realidad que tanto les disgustaba, estos artistas se refugiaron en su famosa "torre de marfil" y buscaron lo exótico. Se inspiraron en épocas pasadas como la Edad Media o el Renacimiento, y en lugares lejanos como Oriente. Esta evasión también los llevó a renovar completamente el lenguaje literario, llenándolo de neologismos, ritmo y musicalidad.
¡Dato curioso! El cisne y el color azul se convirtieron en los símbolos por excelencia del Modernismo. ¿Los has visto en algún poema?
Rubén Darío fue el gran maestro del movimiento con obras como Azul (1888), que marcó oficialmente el inicio del Modernismo. En España, autores como Francisco Villaespesa y Manuel Machado siguieron sus pasos.
La Generación del 98 surgió como la versión española del Modernismo, especialmente tras el desastre colonial de 1898. Estos escritores se centraron en el tema de España, adoptando una postura crítica ante el atraso del país y explorando temas existenciales profundos como la muerte.
Los grandes nombres incluyen a Miguel de Unamuno con su innovadora Niebla, Pío Baroja y su trilogía "La lucha por la vida", Valle-Inclán que inventó el esperpento con Luces de bohemia, Azorín con sus ensayos sobre Castilla, y Antonio Machado, cuya evolución desde Soledades hasta Campos de Castilla refleja perfectamente el paso del Modernismo al 98.
Ambos movimientos crearon lo que conocemos como la Edad de Plata de la Literatura Española, abriendo el camino a todas las renovaciones literarias del siglo XX que estudiarás más adelante.