Métrica y medición de versos
El ritmo en un poema viene de tres elementos principales: tener el mismo número de sílabas en cada verso, la rima y los acentos que caen en lugares estratégicos.
Para medir un verso correctamente, tienes que dominar cinco técnicas fundamentales. La sinalefa es la más común: cuando una palabra termina en vocal y la siguiente empieza por vocal o "h", las unes formando una sola sílaba. Por ejemplo, "mi amor" se cuenta como "mia-mor" (dos sílabas en lugar de tres).
El final del verso también importa muchísimo. Si termina en palabra aguda, sumas una sílaba; si es llana, la dejas igual; y si es esdrújula, restas una. Es como un truco matemático que los poetas usan para mantener el ritmo perfecto.
La diéresis y la sinéresis son recursos más avanzados que permiten al poeta "romper" o "crear" diptongos según le convenga para ajustar las sílabas. El hiato métrico ocurre cuando el poeta evita una sinalefa a propósito para cambiar el ritmo.
¡Dato curioso! La conjunción "y" funciona como vocal para la sinalefa, así que "pan y agua" se mide como "pa-nya-gua".