La literatura de la posguerra en España representa un período crucial en la historia literaria española que abarca desde 1939 hasta finales de los años 60. Este período se caracteriza por profundos cambios sociales y culturales que influyeron directamente en la producción literaria del país.
Durante la narrativa española de los años 50, los escritores comenzaron a alejarse del estilo tremendista de la década anterior para adoptar un realismo social más comprometido. Los autores de esta época, como Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes, retrataron la difícil realidad de la posguerra a través de personajes marginados y situaciones cotidianas que reflejaban las dificultades económicas y sociales del momento. Sus obras se caracterizaron por un estilo directo, con descripciones detalladas del entorno urbano y rural, y una clara intención de denuncia social.
La renovación literaria de los años 60 en España marcó un punto de inflexión en la literatura española. Los escritores experimentaron con nuevas técnicas narrativas, influenciados por autores extranjeros como James Joyce y William Faulkner. Esta época vio el surgimiento de obras más experimentales que rompían con la estructura tradicional de la novela. Autores como Juan Marsé, Juan Goytisolo y Luis Martín-Santos introdujeron técnicas como el monólogo interior, la fragmentación temporal y la multiplicidad de voces narrativas. Los temas también evolucionaron, abordando cuestiones más existenciales y psicológicas, aunque sin abandonar completamente la crítica social. Esta renovación sentó las bases para la literatura española contemporánea y su influencia se extiende hasta nuestros días.