Antonio Machado: Castilla como símbolo
Los poemas de Machado sobre Castilla muestran perfectamente la dualidad del pensamiento noventayochista. Por un lado, hay nostalgia y amor por el paisaje; por otro, crítica social demoledora.
En "CXXI", Machado evoca Soria con una melancolía personal: "mi corazón está vagando, en sueños". El paisaje se mezcla con el recuerdo de Leonor, su esposa muerta, creando una geografía sentimental única.
Pero el poema también muestra el contraste entre el paisaje ideal ("Mira el Moncayo azul y blanco") y la realidad presente ("voy caminando solo, triste, cansado, pensativo y viejo"). Es la tensión entre memoria y realidad.
"El mañana efímero" es pura crítica social del 98. La "España de charanga y pandereta" representa todo lo que hay que superar: la religión como alienación, la superstición, el atraso cultural.
💡 Visión de futuro: Machado opone dos Españas - la vieja "que ora y bosteza" y la nueva "del cincel y de la maza", que debe construir el país del futuro.
La "España inferior que ora y embiste" es la crítica más dura posible a una sociedad dominada por la ignorancia y la violencia. Pero hay esperanza en esa "España implacable y redentora" que "alborea", que está amaneciendo.
Esta dualidad - crítica del presente, nostalgia del pasado y esperanza en el futuro - resume perfectamente el espíritu de la Generación del 98.