Modernismo: La revolución de la belleza
El Modernismo llega a España desde Francia e Hispanoamérica en los años 1880-90, trayendo aires frescos de renovación poética. Los modernistas están obsesionados con captar la realidad a través de una sensibilidad cargada de belleza y goces sensoriales.
Sus temas favoritos incluyen el escapismo hacia mundos exóticos y lejanos, la exterioridad sensible y la intimidad del poeta. A veces es una poesía vitalista y sensual; otras, melancólica y nostálgica. Lo importante es que siempre busca la perfección formal.
El lenguaje poético se renueva completamente: enriquecen el léxico con términos cultos y exóticos, manejan el símbolo para expresar la intimidad y prefieren versos rítmicos como el alejandrino y el dodecasílabo.
Rubén Darío marca el camino con Prosas profanas (exótico y sensual) y Cantos de vida y esperanza (más íntimo). Manuel Machado destaca con Alma y Ars moriendi, mientras que Antonio Machado evoluciona desde el modernismo hacia un simbolismo más profundo en Soledades, galerías y otros poemas. Juan Ramón Jiménez pasa por varias etapas, desde un modernismo tenue hasta alcanzar cumbres parnasianas con Platero y yo. Valle-Inclán crea las Sonatas, cargadas de efectos sensoriales y nostalgia decadente.
📝 Truco de examen: Los modernistas renuevan tanto el fondo (temas exóticos, intimidad) como la forma (nuevos metros, lenguaje culto, simbolismo).