La Restauración: el intento fallido de volver al pasado
Después de Waterloo, las potencias vencedoras creyeron que podían restaurar el Antiguo Régimen como si nada hubiera pasado. En el Congreso de Viena acordaron tres principios: legitimidad monárquica absolutista, equilibrio político europeo y derecho a intervenir contra cualquier revolución.
Restauraron monarcas absolutos destituidos por Napoleón, incluido Luis XVIII en Francia. Básicamente quisieron resetear Europa al año 1789. Pero las ideas liberales ya habían echado raíces demasiado profundas.
Las oleadas revolucionarias entre 1820 y 1848 demostraron que el intento restaurador había fracasado. Cada oleada fue más intensa que la anterior, extendiendo el liberalismo por toda Europa.
Primera oleada (1820): Principalmente en países mediterráneos como España, Italia, Grecia y las colonias españolas en América. Liderada por minorías de intelectuales y militares, muchas fracasaron por falta de apoyo popular.
Segunda oleada (1830): Comenzó con el derrocamiento de los Borbones en Francia y se extendió por Bélgica, España, Portugal y Europa central. Esta vez con fuerte descontento de las clases populares - movimientos de masas reales.
Lección histórica: Intentar frenar las ideas de libertad una vez que se han extendido es como intentar parar el viento con las manos.