La Guerra de Sucesión Española (1701-1714)
Cuando Carlos II falleció en 1700, dejó como heredero a Felipe de Borbón, su sobrino-nieto, provocando un conflicto internacional por la sucesión al trono español. Esta guerra enfrentó a dos candidatos principales: Felipe de Borbón (apoyado por Francia) y Carlos de Austria, cada uno con sus respectivos aliados.
El conflicto tuvo dimensiones tanto nacionales como internacionales. A nivel interno, la mayoría de territorios castellanos apoyaron a Felipe V, mientras que los territorios de la Corona de Aragón se inclinaron por Carlos de Austria, quien les garantizaba mantener sus fueros e instituciones tradicionales. En el plano externo, potencias como Gran Bretaña, Portugal y el Imperio Austriaco respaldaron a Carlos, temiendo que el ascenso de Felipe V fortaleciera excesivamente a los Borbones en Europa.
El curso de la guerra cambió decisivamente tras la batalla de Almansa (1707), donde las tropas felipistas obtuvieron una victoria crucial que les permitió iniciar la ocupación de Valencia y Aragón. La situación dio un giro inesperado en 1711 cuando Carlos de Austria heredó el Imperio Alemán, perdiendo interés en el trono español.
💡 ¿Sabías que...? La Guerra de Sucesión no fue solo un conflicto dinástico, sino también una guerra civil española. Los territorios que apoyaron a Carlos de Austria pagarían un alto precio con la posterior abolición de sus fueros y privilegios históricos.
El conflicto finalizó con la Paz de Utrecht, que favoreció a los Borbones, estableciendo a Felipe V como rey de España e iniciando así la dinastía borbónica que continúa hasta nuestros días.