El Nacimiento de los Grandes Reinos
El siglo XI marca un punto de inflexión cuando Sancho III de Navarra controlaba un imperio que se extendía desde Pamplona hasta Castilla. Sin embargo, tras su muerte en 1035, este poder se dividió entre sus hijos, naciendo así los reinos independientes de Aragón, Castilla y Navarra.
Los reinos cristianos aprovecharon inteligentemente la fragmentación de Al-Andalus durante los reinos de taifas. Los musulmanes intentaron frenar su avance pagando parias (tributos), pero esto solo fortaleció a los cristianos, que usaron ese dinero para mejorar sus ejércitos y construir fortalezas.
Durante los siglos XI y XII, la expansión cristiana conquistó los valles del Tajo y del Ebro. Castilla se hizo con Toledo, mientras que Aragón y los condados catalanes tomaron Zaragoza, Tortosa y Lleida. Aunque llegaron los almorávides y almohades para intentar frenar este avance, ya no pudieron parar el proceso.
La consolidación definitiva llegó cuando Fernando I unió Castilla y León bajo la Corona de Castilla (1230), y cuando el matrimonio entre Petronila de Aragón y el conde de Barcelona creó la poderosa Corona de Aragón.
⚔️ Estrategia militar: Las parias fueron un arma de doble filo para los musulmanes: les daban paz temporal, pero financiaban a sus enemigos.