Una economía que dependía del campo
La agricultura de subsistencia era la base de todo. Los campesinos cultivaban solo para sobrevivir, usando técnicas súper básicas como el barbecho y herramientas simples. Una mala cosecha significaba hambruna y problemas serios para alimentarse.
En las colonias europeas funcionaba algo completamente diferente: la agricultura de plantaciones. Aquí se cultivaban productos de lujo como azúcar, café o algodón para exportar, usando mano de obra esclava. Era un negocio muy rentable para los colonizadores.
La industria estaba controlada por los gremios, que decidían qué se producía, a qué precio y quién podía abrir talleres. También existía el "sistema doméstico", donde la gente trabajaba en sus casas para un mercader que les daba materiales y recogía los productos terminados.
¡Importante!: Esta economía agraria empezaba a cambiar lentamente, preparando el terreno para futuras transformaciones.