Tartessos, Romanización y el Reino Visigodo
El reino de Tartessos en el sudoeste andaluz fue como el "Dorado" español de la antigüedad. Su riqueza provenía de la minería de oro, plata y cobre, convirtiéndose en un punto clave del comercio mediterráneo. Su ubicación estratégica cerca de las columnas de Hércules lo hacía imprescindible para las rutas comerciales.
La romanización duró ocho siglos (del III a.C. al V d.C.) y transformó completamente la península. Los romanos no solo conquistaron territorios, sino que introdujeron su lengua, derecho, religión y organización administrativa. Fue un proceso de aculturación que adoptó la mayoría de la población.
Los visigodos crearon una monarquía peculiar: electiva pero a la vez hereditaria, lo que generaba muchos conflictos. Su economía se basaba en la agricultura y el autoabastecimiento, mientras que su sociedad giraba en torno a la posesión de tierras. Recaredo fue el rey que se convirtió al catolicismo, unificando religiosamente el reino.
Para recordar: La pintura cantábrica de Altamira usaba policromía en cuevas profundas, mientras que la levantina era monocromática en abrigos exteriores.