Segunda Revolución Industrial: La Era de la Electricidad y el Petróleo
Si pensabas que la primera revolución fue impresionante, espera a ver la segunda. Entre mediados del siglo XIX y principios del XX, llegaron inventos que literalmente iluminaron el mundo.
Las nuevas fuentes de energía lo cambiaron todo. La electricidad permitió que Edison inventara la bombilla (1879) y que las fábricas fueran mucho más eficientes. El petróleo impulsó el automóvil y la industria química, mientras que el proceso Bessemer (1856) hizo el acero más barato y resistente.
Los inventos se sucedían uno tras otro: el automóvil de Karl Benz (1886), las cadenas de montaje de Henry Ford (1913), el avión de los hermanos Wright (1903), el teléfono de Bell (1876) y la radio de Marconi (1896).
Todo esto creó el capitalismo financiero, donde los bancos financiaban grandes empresas, y alimentó el imperialismo colonial. Los trabajadores se organizaron mejor en sindicatos y consiguieron las primeras leyes laborales, aunque la desigualdad social seguía siendo enorme.
Piensa en esto: En menos de 150 años pasamos de trabajar a mano a tener automóviles y aviones. ¡Increíble, ¿no?!