Innovaciones Técnicas y Cambios Organizativos
La Segunda Revolución Industrial trajo innovaciones que cambiaron el mundo para siempre, y muchas las sigues usando hoy.
Las nuevas fuentes de energía revolucionaron todo: el petróleo dio vida a empresas gigantes como Standard Oil de Rockefeller, mientras que la electricidad iluminó las ciudades por primera vez. Estas energías permitieron crear industrias completamente nuevas.
Las industrias metalúrgicas mejoraron con inventos como el convertidor de Bessemer, que hacía el acero más barato. Las industrias mecánicas crearon los primeros automóviles (Benz, Ford) y desarrollaron armas más sofisticadas. Las industrias eléctricas fabricaron bombillas, teléfonos y radios, mientras que las industrias químicas produjeron desde fertilizantes hasta los explosivos de Nobel.
Pero lo más revolucionario fueron los cambios organizativos. El taylorismo o fordismo dividió el trabajo en tareas simples y repetitivas - imagínate una cadena de montaje donde cada obrero hace solo una cosa. Esto redujo costes brutalmente.
¡Importante! El trabajo en cadena de Ford permitió fabricar coches que la clase media podía comprar.
Las empresas también se hicieron gigantes mediante concentraciones empresariales, creando trusts que podían controlar mercados enteros. Los cárteles permitían a las empresas ponerse de acuerdo en los precios, eliminando la competencia.
El mapa industrial cambió completamente: Estados Unidos y Alemania superaron a Gran Bretaña porque se adaptaron mejor a estas innovaciones, tenían más población y recursos naturales abundantes.