Rebordes Montañosos: Los Guardianes de la Meseta
Los rebordes montañosos rodean la Meseta como una muralla natural, pero cada uno tiene su propia personalidad geológica. El Macizo Galaico-Leonés tiene montañas redondeadas y suaves, perfectas para entender cómo la erosión modela el paisaje.
La Cordillera Cantábrica es más compleja: su sector oeste tiene un relieve apalachense típico de montañas muy antiguas, mientras que el sector este presume de los espectaculares Picos de Europa, con sus calizas que crean paisajes kársticos impresionantes.
El Sistema Ibérico se extiende como una gran barrera entre la Meseta y el valle del Ebro. Su parte norte tiene las mayores altitudes, como el Moncayo, mientras que hacia el sur se divide en varias ramas separadas por fosas tectónicas.
Sierra Morena es especial: en realidad es una gigantesca falla que separa bruscamente la Meseta del valle del Guadalquivir, como si fuera un escalón geológico.
Importante: Cada cordillera refleja un episodio diferente de la historia geológica de España.