El Imperio Romano de Oriente El Imperio Bizantino
¿Sabías que una parte del Imperio Romano sobrevivió casi mil años más? El Imperio Bizantino (o Imperio Romano de Oriente) perduró desde el año 395 hasta 1453, cuando los otomanos conquistaron su capital, Constantinopla.
Los bizantinos crearon un Estado teocrático donde el emperador era considerado el representante de Dios en la Tierra y concentraba todo el poder político, militar y religioso. La religión cristiana fue un elemento fundamental que influyó en todos los aspectos de la vida bizantina.
El imperio alcanzó su máximo esplendor durante el gobierno del emperador Justiniano (527-565). Durante su reinado, logró expandirse por el norte de África, la península itálica y el sur de Hispania, intentando restaurar la unidad del antiguo Imperio romano. Además, recopiló el Derecho romano en el "Codex Iustinianus" (528).
La economía bizantina se basaba principalmente en el comercio, gracias a su privilegiada posición entre Europa y Asia. La famosa Ruta de la Seda pasaba por sus territorios, generando gran riqueza. Sin embargo, a partir del siglo VIII, el imperio entró en decadencia debido a la pérdida de territorios frente a visigodos, musulmanes y otomanos, el control perdido sobre las rutas comerciales y varios conflictos internos.