La Revolución Americana: El inicio de una nueva era
La Revolución Americana empezó porque los colonos británicos se hartaron de pagar impuestos sin tener voz en el Parlamento de Londres. Imagínate: te cobran más y más dinero, pero no puedes opinar sobre las decisiones. Eso fue exactamente lo que pasó cuando Gran Bretaña subió los impuestos en 1773, provocando el famoso motín del té de Boston.
Los colonos, liderados por George Washington, se organizaron y el 4 de julio de 1776 proclamaron su Declaración de Independencia. No solo se rebelaron, sino que crearon algo completamente nuevo: establecieron que todos los hombres nacen libres e iguales.
En 1783, Gran Bretaña tuvo que aceptar la derrota y firmó el Tratado de Versalles. Para 1787, las ex-colonias ya tenían su propia Constitución y habían creado los Estados Unidos como una federación de estados con sistema republicano.
Dato curioso: La Declaración de Independencia americana inspiró revoluciones en todo el mundo, incluida la francesa.
Francia antes de la revolución: Una bomba a punto de explotar
En 1789, Francia era un polvorín social. El rey absolutista Luis XVI gobernaba un país donde había crisis de subsistencia (básicamente, la gente se moría de hambre por las malas cosechas), mientras la burguesía estaba harta de no poder participar en política pese a su poder económico.
Las ideas ilustradas de libertad e igualdad se extendían como la pólvora. Cuando el rey intentó una reforma fiscal para que los nobles y el clero pagaran impuestos por primera vez, estos se negaron rotundamente.
Desesperado, Luis XVI convocó los Estados Generales - una asamblea con representantes de los tres estamentos sociales. El problema era el sistema de votación: nobleza y clero tenían dos votos contra uno del tercer estado (el pueblo). Cuando el tercer estado pidió voto individual, el rey dijo que no, y ahí comenzó todo.
Los representantes del pueblo se reunieron en el Pabellón del Juego de la Pelota y formaron una Asamblea Nacional Constituyente. Poco después, el pueblo de París asaltó la Bastilla y las revueltas se extendieron por toda Francia.