Ritos Funerarios de Egipto
Los antiguos egipcios tenían una visión muy particular sobre la muerte. Para ellos, una persona estaba compuesta por el cuerpo físico y el alma (ka). Creían firmemente que el cuerpo debía mantenerse incorrupto para que el alma pudiera habitarlo en la otra vida.
Este pensamiento dio origen a la famosa práctica de la momificación. Este complejo proceso incluía la extracción de órganos internos (excepto el corazón), el secado del cuerpo y un cuidadoso vendaje. Una vez momificado, el cuerpo se colocaba en un sarcófago decorado.
Las tumbas evolucionaron con el tiempo. Primero fueron simples mastabas (estructuras rectangulares), luego las impresionantes pirámides para faraones, y finalmente los hipogeos (tumbas subterráneas). Según sus creencias, tras la muerte, el alma enfrentaba el Juicio de Osiris que determinaría si podía entrar al reino de los muertos.
🧠 ¡Curiosidad! Durante la momificación, el cerebro se extraía por la nariz usando ganchos especiales, ya que los egipcios no le daban importancia a este órgano.