La Revolución Francesa: Orígenes y Primeros Pasos
A finales del siglo XVIII, mientras la mayoría de Europa seguía bajo monarquías absolutas, en Francia se gestaba una revolución que cambiaría el mundo. La crisis económica, las malas cosechas, un sistema injusto de impuestos y los ideales de la Ilustración crearon el caldo de cultivo perfecto.
En 1789, Luis XVI convocó los Estados Generales para resolver la crisis económica. El Tercer Estado (no privilegiados) se rebeló contra el sistema de votación que favorecía a la nobleza y al clero, y se constituyó en Asamblea Nacional. En París, las clases populares asaltaron la Bastilla, símbolo del poder absoluto, y la rebelión se extendió por toda Francia.
La Asamblea Nacional inició reformas radicales para acabar con el Antiguo Régimen. Abolió los estamentos, promulgó la histórica Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y nacionalizó los bienes del clero. En 1791 se redactó la primera Constitución francesa, estableciendo una monarquía constitucional con separación de poderes.
🔍 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano sigue siendo uno de los textos más importantes de la historia. Sus principios de libertad, igualdad y fraternidad continúan inspirando democracias en todo el mundo.