El Inicio de la Edad Media: De la Unidad a la Fragmentación
Durante siglos, el Imperio Romano controló todo el Mediterráneo, al que llamaban "Mare Nostrum" (nuestro mar). Imagínate: todas esas tierras compartían la misma lengua (latín), las mismas leyes y formas de vida bajo una sola unidad política.
Pero esta unidad empezó a resquebrajarse cuando el imperio se dividió en dos partes en el año 395: Oriente y Occidente. Esta división fue el primer paso hacia la desintegración de ese mundo unificado que había durado tanto tiempo.
A principios del siglo V, todo cambió drásticamente. Los pueblos germánicos (visigodos, ostrogodos, francos, suevos, vándalos) invadieron el Imperio de Occidente, huyendo de los temibles hunos. Como no tenían escritura ni leyes organizadas, sus jefes militares se proclamaron reyes y se fueron apoderando del territorio.
¿Sabías que...? La Edad Media comenzó oficialmente en el año 476, cuando un guerrero romano depuso al último emperador (Rómulo Augústulo) y se proclamó rey.
La caída de Roma marcó el inicio de la Edad Media, un período que duró mil años hasta la caída de Constantinopla. El "Mare Nostrum" se fragmentó en tres grandes bloques: los reinos germánicos en Occidente, el Imperio Bizantino en Oriente, y el emergente Islam en la península arábiga que se expandió rápidamente por Oriente Medio y África.