La Ilustración y el Antiguo Régimen
¿Te imaginas vivir en una época donde el rey tenía poder absoluto porque "Dios lo había elegido"? Eso era exactamente lo que pasaba en el Antiguo Régimen, el sistema que dominó Europa desde el siglo XVI hasta el XVIII.
Este sistema se caracterizaba por tres pilares fundamentales: la monarquía absoluta (donde el rey concentraba todos los poderes), una sociedad estamental dividida entre privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (burguesía y campesinos), y una economía basada principalmente en la agricultura.
Pero en el siglo XVIII surge la Ilustración, conocida como "el siglo de las luces". Los filósofos ilustrados querían "iluminar" a la humanidad con el conocimiento y acabar con las tradiciones irracionales del pasado. Su arma secreta era la razón y el espíritu crítico.
Los grandes pensadores como Voltaire, Montesquieu y Rousseau revolucionaron las ideas de su tiempo. Montesquieu propuso la separación de poderes, Rousseau defendió la democracia, y Diderot creó la primera Enciclopedia para difundir el conocimiento científico.
¡Dato curioso! El lema del despotismo ilustrado era "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Los reyes querían modernizar sus países aplicando ideas ilustradas, pero sin renunciar a su poder absoluto.
Paralelamente, surgieron nuevos modelos parlamentarios como el de Gran Bretaña, donde el poder del monarca estaba más controlado y existía mayor participación política del pueblo.