Un mundo completamente nuevo
La Revolución Francesa no solo cambió Francia, sino que inspiró revoluciones por todo el mundo. Por primera vez en la historia, se estableció que el poder venía del pueblo, no de Dios o de la tradición.
Se acabaron para siempre los privilegios feudales y la servidumbre. Ahora todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, independientemente de su origen social. Esto era una idea completamente revolucionaria para la época.
El famoso lema "Libertad, igualdad, fraternidad" resume perfectamente los ideales que nacieron en esta revolución. Estos principios se extendieron por Europa y América, inspirando movimientos independentistas y democráticos.
Aunque la revolución terminó en 1799 con el ascenso de Napoleón Bonaparte, sus consecuencias marcaron el inicio de la Edad Contemporánea. Las ideas de democracia y derechos humanos que conocemos hoy nacieron en gran parte de este proceso histórico.
💡 Para el examen: La Revolución Francesa marca el fin del Antiguo Régimen y el nacimiento del mundo moderno basado en la soberanía popular.