La Revolución Francesa y Sus Consecuencias
La Revolución Francesa comenzó en 1789 cuando Luis XVI convocó los Estados Generales porque necesitaba que los privilegiados pagaran impuestos. El Tercer Estado se rebeló y formó la Asamblea Nacional, que eliminó los privilegios y aprobó la Declaración de Derechos del Hombre.
La revolución pasó por varias fases hasta que terminó con Napoleón Bonaparte en el poder. Pero lo más importante son los cambios que trajo para siempre.
Las consecuencias de esta revolución son la base de nuestras sociedades actuales. Se acabó con los privilegios de nobles y clérigos, estableció la igualdad jurídica para todos los ciudadanos, y separó los poderes del estado.
También introdujo conceptos que hoy damos por sentados: la soberanía nacional (el pueblo elige a sus gobernantes), la libertad de empresa y comercio, la protección de la propiedad privada, y el derecho a la educación obligatoria.
Lo más importante: Esta revolución creó las bases de la democracia moderna que conocemos hoy.