La Crisis del Antiguo Régimen
El Antiguo Régimen era el sistema que dominaba Europa en el siglo XVIII, y te sorprendería lo injusto que era. Imagínate un mundo donde solo el 3% de la población (rey, nobles y clero) tenía todos los privilegios, mientras que el 97% restante (el tercer estado) cargaba con todas las obligaciones.
La sociedad estamental funcionaba como una pirámide rígida. En la cima estaban la nobleza y el clergat, que poseían la mayoría de las tierras pero muchas veces ni siquiera las trabajaban bien. Esto hacía que la agricultura de subsistencia fuera muy poco productiva y cualquier problema climático causara hambrunas terribles.
El comercio también tenía sus peculiaridades, como el comercio triangular entre África, América y Europa. Los europeos intercambiaban productos baratos por esclavos en África, los vendían en América, y con las ganancias compraban materias primas para revender en Europa.
Dato curioso: Los gremios eran como los sindicatos de la época, pero en lugar de proteger a los trabajadores, controlaban estrictamente quién podía trabajar en cada oficio.
En política, el absolutismo francés dominaba Europa. El rey concentraba los tres poderes: hacía las leyes, las ejecutaba y juzgaba a quien las incumplía. Solo Inglaterra era diferente, con su parlamentarismo que limitaba el poder real y garantizaba ciertos derechos y libertades.