La Vida Noble: Castillos, Torneos y Privilegios
La nobleza era un grupo reducidísimo pero poderosísimo, dividido entre alta nobleza (duques, condes, marqueses) y baja nobleza (caballeros). Su vida giraba completamente en torno a la guerra y el honor.
Los nobles varones se entrenaban militarmente desde niños: equitación, caza y combate en torneos. Estos eran como "videojuegos medievales" - falsas batallas donde destacaba la justa, donde dos caballeros galopaban para desmontarse mutuamente. El vencedor recibía joyas, cintas y armaduras como premios.
Las damas nobles tenían una vida muy limitada: matrimonios concertados, obediencia total al marido, y dedicación a dirigir sirvientes, educar hijos y bordar. Las solteras acababan en monasterios.
Los castillos eran fortalezas impresionantes: situados en lugares elevados, protegidos por fosos y murallas, con la torre del homenaje como centro neurálgico. Allí el señor celebraba banquetes, recaudaba impuestos e impartía justicia.
Curiosidad: Un castillo medieval podía tardar décadas en construirse, por lo que muchos mezclaban diferentes estilos artísticos según la época.