Los Visigodos en Hispania y el Imperio de Carlomagno
Los visigodos llegaron a Hispania en el 409, empujados por los hunos igual que otros pueblos germánicos. Primero expulsaron a vándalos y alanos, y crearon el reino de Tolosa en el sur de Francia y España.
Tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé (507), se quedaron solo con Hispania y trasladaron su capital a Toledo. Junto a los hispanorromanos formaron el grupo social privilegiado hasta que llegaron los musulmanes en el 711.
Mientras tanto, en Francia surgía una figura legendaria: Carlomagno. Este emperador franco logró cosas increíbles: conquistó tierras del Este, frenó el avance del Islam, estableció fronteras seguras y convirtió todo su territorio al cristianismo.
Carlomagno quiso reconstruir el Imperio Romano de Occidente y fue coronado emperador por el papa. Organizó su imperio con una administración compleja: dividió el territorio en condados, creó marcas en las fronteras y utilizó inspectores llamados Missi Dominici para supervisar todo.
Lamentablemente, tras su muerte el imperio se dividió entre sus tres hijos, acabando con el sueño de unidad.
Sabías que: Carlomagno medía casi dos metros de altura, ¡una estatura gigantesca para la época!