El Imperio Bizantino: La Otra Mitad de Roma
Mientras Occidente se desmoronaba, el Imperio Bizantino (el antiguo Imperio Romano de Oriente) vivía su época dorada. Su capital, Constantinopla (actual Estambul), se convirtió en una de las ciudades más ricas del mundo.
Los emperadores Justiniano y Teodora llevaron el imperio a su máximo esplendor. Desarrollaron un comercio próspero en el Mediterráneo, crearon monedas de oro que se usaban por toda Europa, y conquistaron el sur de la Península Ibérica, el norte de África e Italia.
Sin embargo, estas conquistas no duraron mucho. Los lombardos los echaron de Italia, los visigodos del sur de Hispania, y los vándalos del norte de África. Finalmente, en 1453, los turcos otomanos conquistaron los últimos territorios bizantinos.
Increíble pero cierto: El Imperio Bizantino duró más de mil años después de la caída de Roma, ¡casi tanto como lleva existiendo España como país!