Del Absolutismo al Parlamentarismo: Los primeros pasos hacia la democracia
La monarquía absoluta dominaba Europa: el rey concentraba todos los poderes y su autoridad venía directamente de Dios. Luis XIV de Francia, el "Rey Sol", fue el ejemplo perfecto de monarca absoluto.
Algunos reyes como Catalina de Rusia o Carlos III de España adoptaron el Despotismo Ilustrado ("Todo para el pueblo, pero sin el pueblo"). Implementaron reformas inspiradas en la Ilustración pero sin renunciar al poder absoluto: modernización agrícola, desarrollo comercial y fomento de la educación.
Inglaterra y los Países Bajos ya habían roto este molde en el siglo XVII. Sus revoluciones establecieron el parlamentarismo: separación de poderes, parlamentos electos que elaboraban leyes y controlaban el gobierno, y respeto a los derechos ciudadanos.
Hito histórico: El habeas corpus (1679) y el Bill of Rights (1689) en Inglaterra garantizaron las libertades individuales y sometieron al monarca al parlamento.
La independencia de Estados Unidos (1776-1783) fue la primera revolución liberal exitosa. Su Constitución de 1787 aplicó los principios ilustrados: separación de poderes, gobierno republicano y estructura federal. Este ejemplo inspiró las revoluciones europeas posteriores, especialmente la Revolución Francesa de 1789.