Fundamentos de las Disoluciones
¿Te has preguntado por qué cuando echas azúcar al café desaparece completamente? Eso es porque estás creando una disolución, que es básicamente una mezcla homogénea donde no puedes ver los componentes por separado.
Toda disolución tiene dos partes clave: el disolvente (el que está en mayor cantidad, como el agua) y el soluto (el que está en menor cantidad, como el azúcar). Es como si el disolvente fuera el anfitrión y el soluto el invitado.
Según la cantidad de soluto que contengan, las disoluciones pueden ser diluidas (poco soluto), concentradas (bastante soluto) o saturadas (la máxima cantidad posible de soluto). Piensa en un vaso de agua: con una cucharadita de sal tienes una disolución diluida, con cinco cucharadas una concentrada, y cuando ya no se disuelve más sal, está saturada.
¡Dato curioso! Las disoluciones no refractan ni reflejan la luz porque sus partículas están perfectamente mezcladas a nivel molecular.