La Duda Metódica y el Cogito
Imagínate que decides dudar de absolutamente todo lo que sabes para encontrar algo completamente seguro. Eso es exactamente lo que hizo Descartes con su duda universal y metódica.
Descartes identificó cuatro razones para dudar: los sentidos nos engañan, los razonamientos pueden fallar, es difícil distinguir sueños de realidad, y la hipótesis del genio maligno que nos hace creer cosas falsas. Pero esta duda no era escéptica, sino constructiva.
Al dudar, descubrió algo increíble: si dudo, entonces pienso, y si pienso, entonces existo. Así nació el famoso "Pienso, luego existo" (cogito, ergo sum), la primera verdad incuestionable.
Descartes clasifica las ideas en tres tipos: adventicias (de la experiencia), facticias (inventadas) e innatas (como la idea de Dios, que surge naturalmente de nuestra razón).
💡 Dato curioso: Descartes no era escéptico; usaba la duda como herramienta para encontrar certezas absolutas.