Los Últimos Presocráticos: El Pluralismo
Los filósofos estudiados hasta ahora buscaron el arché en un solo elemento (monismo), con excepción de los pitagóricos. Los últimos presocráticos, ya en el siglo V a.C., son pluralistas porque explican la naturaleza mediante varios principios originarios, aunque aceptan la premisa parmenídea de que ninguna realidad nueva puede crearse.
Demócrito de Abdera 460−370a.C., contemporáneo de Platón aunque nunca mencionado por éste debido a sus visiones opuestas, creó junto a su maestro Leucipo un sistema original: el atomismo. Esta teoría propone que la realidad está compuesta por partículas indivisibles llamadas átomos, que tienen las mismas propiedades que el ser parmenídeo (increados, inmutables e imperecederos).
La gran innovación de los atomistas fue introducir el concepto de vacío como parte esencial de la naturaleza. Los átomos, infinitos en número, se mueven en el vacío obedeciendo a leyes necesarias (nunca al azar), formando los diversos fenómenos que observamos. Esta concepción determinista contradice a Anaxágoras, quien atribuía el movimiento a una inteligencia (nous).
Para los atomistas, el universo no está dirigido por ninguna inteligencia trascendente ni tiene finalidad inmanente. El ser humano también está compuesto de átomos: los más burdos forman el cuerpo, mientras que los más sutiles (semejantes al fuego) constituyen el alma, que es material y mortal. El pensamiento se explica como movimiento de estos átomos anímicos.
💡 El atomismo representa la primera teoría materialista completa en la historia de la filosofía. Su visión del universo como materia en movimiento regida por leyes necesarias anticipa sorprendentemente aspectos de la física moderna.
Demócrito llevó al extremo la búsqueda presocrática de explicaciones naturales, eliminando toda referencia a fuerzas divinas o espirituales, y estableciendo un materialismo coherente que se opondrá frontalmente al idealismo de Platón.