El Ser Humano: Alma Prisionera del Cuerpo
Para Platón, eres básicamente un alma atrapada en un cuerpo. El alma es tu verdadera esencia, pura y perfecta en el Mundo de las Ideas, pero "cae" al cuerpo y pierde su conocimiento. Tu objetivo vital es liberarte y purificarte para volver a ese mundo superior.
El alma tiene tres partes: la racional (busca conocimiento y sabiduría), la irascible (emociones y voluntad) y la apetitiva (deseos físicos básicos). Una vida virtuosa requiere armonía entre estas tres partes, con la razón controlando a las demás.
Esta visión conecta directamente con su ética: el hombre justo es quien practica la virtud correspondiente a cada función del alma. La función racional debe dominar, la irascible controlar los impulsos, y la apetitiva moderar los deseos.
En política, Platón organiza la sociedad según estas funciones: los filósofos-gobernantes (alma racional), los soldados (alma irascible) y los artesanos (alma apetitiva). Cada grupo tiene su virtud específica: sabiduría, valentía y templanza respectivamente.
💡 Aplicación práctica: Según Platón, una sociedad justa necesita que cada persona cumpla la función para la que está naturalmente dotada. ¿Te identificas más con alguna de estas funciones?