Enlace Covalente: Compartir para Ganar
Los átomos pueden volverse más estables compartiendo electrones entre ellos, y eso es exactamente lo que ocurre en el enlace covalente. Lewis nos enseñó la regla del octeto: los átomos buscan tener 8 electrones en su capa externa para ser súper estables, como los gases nobles.
Para representar estos enlaces usamos los diagramas de Lewis, donde dibujamos los electrones como puntos o líneas alrededor de los átomos. Existe una variante especial llamada enlace covalente coordinado o dativo, donde un átomo aporta los dos electrones del enlace.
La regla del octeto tiene sus excepciones. Algunos átomos como el boro pueden funcionar bien con menos de 8 electrones (hipovalencia), mientras que otros como el fósforo pueden manejar más de 8 (hipervalencia).
¡Ojo! Algunas moléculas necesitan más de una estructura de Lewis para ser representadas correctamente. Esto se llama mesomería o resonancia, y la molécula real es un híbrido de todas esas estructuras posibles.
Los enlaces covalentes tienen características medibles como la longitud de enlace, la energía de enlace, el ángulo de enlace y la polaridad. Esta última es clave para entender por qué algunas moléculas son polares y otras no.