Poesía Narrativa: Del Mester de Juglaría al Cantar de Mio Cid
Los cantares de gesta del Mester de Juglaría eran las "películas de acción" medievales. Los juglares recitaban en plazas y castillos las hazañas de héroes que encarnaban los valores más nobles, mezclando hechos históricos con elementos míticos.
Su estilo era espontáneo y descuidado, usando técnicas épicas como epítetos ("el Cid Campeador") y rasgos de lengua hablada. La métrica consistía en tiradas monorrimas de extensión variable, con versos divididos en hemistiquios separados por cesuras.
El Cantar de Mio Cid es nuestra primera gran obra literaria. Compuesta en el siglo XII pero conservada en una copia del XIV, narra la progresión ascendente del héroe desde el destierro hasta la gloria máxima.
La estructura incluye tres cantares perfectamente organizados. En el Cantar del destierro, el Cid pierde su honor y es expulsado injustamente. El Cantar de las bodas muestra su perdón real y el matrimonio de sus hijas. El Cantar de la afrenta de Corpes presenta la venganza final contra los cobardes infantes.
El Cid literario no es exactamente el histórico, pero el poema mantiene un realismo impresionante. El héroe muestra valentía pero también astucia, sentimientos humanos y una progresión creíble hacia la recuperación de su honor.
Dato curioso: En el Cid, hasta los caballos (Babieca) y las espadas (Colada, Tizona) tienen nombre propio, mostrando la importancia de estos elementos en la cultura guerrera medieval.