La Literatura medieval española representa un período fundamental en la historia literaria que abarca desde el siglo XII hasta el XV. Durante esta época, las obras literarias se caracterizaban por su fuerte influencia religiosa y su transmisión principalmente oral.
La lírica medieval se desarrolló en dos vertientes principales: la lírica tradicional y la lírica culta. La tradicional, también conocida como popular, se transmitía oralmente de generación en generación y trataba temas cotidianos como el amor, la naturaleza y las costumbres populares. Sus características más destacadas incluían el uso de estructuras sencillas, repeticiones y estribillos. La lírica culta, por otro lado, era creada por autores letrados, generalmente nobles o clérigos, y se caracterizaba por su mayor complejidad formal y temática, abordando temas como el amor cortés y la religión.
Los temas de la lírica tradicional más recurrentes incluían el amor (especialmente el dolor por la ausencia del amado), la naturaleza como marco de los sentimientos, y las celebraciones populares. Entre los ejemplos más representativos de la lírica tradicional española encontramos las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos. La Literatura medieval catalana también tuvo un desarrollo significativo durante este período, con importantes autores como Ramon Llull y Ausiàs March. Las obras de esta época se caracterizaban por su anonimia en muchos casos, aunque también destacaron autores de la Edad Media española como el Arcipreste de Hita y Jorge Manrique. La literatura de este período sentó las bases para el desarrollo posterior de la literatura española y continúa siendo objeto de estudio y admiración por su riqueza cultural y su capacidad para reflejar la sociedad medieval.