La lírica culta: del amor cortés a los cancioneros
Los trovadores provenzales inventaron el amor cortés, un código amoroso revolucionario. El hombre se convertía en vasallo de su dama, le debía obediencia total como un caballero a su señor feudal. Era un amor imposible, secreto, donde siempre había obstáculos: los calumniadores o la frialdad de la dama.
Este amor cortés llegó a Castilla en el siglo XV a través de los cancioneros, colecciones de poemas que circulaban por las cortes. El Cancionero de Baena y el Cancionero General recogían las mejores composiciones de la época.
La poesía cancioneril tenía un lenguaje muy especial. Palabras como "merced", "galardón" o "muerte" eran eufemismos del acto sexual. Los poetas vivían en constante contradicción: se sentían muertos en vida por el desdén de su dama, pero solo el amor les hacía sentirse vivos.
La hipérbole sacroprofana era su recurso favorito: trataban a la mujer como una diosa, mezclando lenguaje religioso con pasión amorosa. Era una forma de ennoblecer sus sentimientos, pero también de expresar su devoción total.
Clave para exámenes: El amor cortés = vasallaje feudal aplicado al amor. ¡Es la metáfora perfecta para entender toda la poesía del siglo XV!