Poesía Lírica Popular Medieval
La poesía lírica popular medieval representa una de las expresiones más genuinas del sentimiento colectivo. En toda Europa surgieron formas similares de "canción de mujer": en Francia los refrains y chansons de toile, en Alemania las frauenlieder, y en la península ibérica destacaron las jarchas y los villancicos.
Las jarchas son breves composiciones en mozárabe que remataban las moaxanas (poemas cultos árabes y hebreos). Con una estructura sencilla de 2-4 versos asonantes, presentan habitualmente la voz de una muchacha lamentándose por la ausencia del amado. Descubiertas apenas en 1948, constituyen las primeras manifestaciones de poesía lírica romance en Europa, anticipándose a otras tradiciones.
Los villancicos castellanos, recogidos por escrito en el siglo XV, presentan una estructura característica: un estribillo inicial seguido de una glosa o mudanza y un verso de vuelta. Su temática es muy variada: festividades (navidad, bodas, romerías), cantos fúnebres, canciones de trabajo y, especialmente, temas amorosos. Entre estos últimos destacan los de la malcasada, el día de San Juan, las albas y las mayas.
💭 El simbolismo es un rasgo distintivo de esta poesía lírica popular. Acciones como ver un ciervo, ir a la fuente, cortar flores o bañarse suelen representar situaciones amorosas o sexuales de forma velada, creando un código que el público de la época comprendía perfectamente.
Estos poemas populares se caracterizan por su sobriedad expresiva, con pocos recursos literarios elaborados, pero con un rico ritmo basado en repeticiones y paralelismos que facilitaba su memorización y transmisión oral, manteniendo viva la voz del pueblo a través de los siglos.