La Célula y los Fundamentos de la Vida
La vida, desde su perspectiva más fundamental, representa un sistema químico autosuficiente capaz de evolucionar. Las características fundamentales de organismos con vida incluyen la capacidad de transformar energía, crecer, relacionarse y reproducirse. Estos organismos contienen proteínas para sus funciones celulares y ADN para producir dichas proteínas, estableciendo así un ciclo vital autosostenible.
Definición: Un sistema vivo es aquel capaz de transformar la materia y energía externa para mantener sus propios componentes y funciones vitales.
La teoría celular y su desarrollo histórico representa uno de los pilares fundamentales de la biología moderna. Este concepto surgió en el siglo XVII, cuando científicos pioneros comenzaron a examinar la materia viva a través de lentes rudimentarias. La teoría se consolidó en el siglo XVIII gracias a las contribuciones de Schleiden y Schwann, quienes establecieron que todos los organismos están compuestos por células y que éstas son la unidad estructural básica de la vida.
Las diferencias entre células procariotas y eucariotas constituyen una división fundamental en la clasificación de la vida. Las células procariotas, más antiguas evolutivamente, carecen de núcleo definido y presentan una estructura más simple. En contraste, las células eucariotas poseen un núcleo delimitado y una organización interna más compleja, con diversos orgánulos especializados.
Destacado: La evolución de las células procariotas a eucariotas marcó un punto de inflexión crucial en la historia de la vida en la Tierra.