Los enlaces químicos son las fuerzas que mantienen unidos a los átomos para formar moléculas y compuestos. Los principales tipos de enlaces químicos son el iónico, covalente y metálico, cada uno con sus propias características y propiedades.
El enlace iónico se forma entre metales y no metales mediante la transferencia de electrones, resultando en iones positivos y negativos que se atraen electrostáticamente. El enlace covalente ocurre entre no metales que comparten electrones, siendo las características de los enlaces covalentes más destacadas su direccionalidad y la formación de moléculas discretas. El enlace químico metálico se da entre átomos metálicos que comparten sus electrones de valencia formando una estructura cristalina con electrones deslocalizados.
Las fuerzas intermoleculares son interacciones más débiles que los enlaces químicos primarios pero fundamentales para determinar las propiedades físicas de las sustancias. Las fuerzas de van der Waals incluyen las interacciones dipolo-dipolo, dipolo-dipolo inducido y fuerzas de dispersión de London. Los puentes de hidrógeno son un tipo especial de fuerzas intermoleculares más fuertes que se dan entre moléculas que contienen hidrógeno unido a elementos muy electronegativos como N, O y F. En orden decreciente de intensidad, las fuerzas intermoleculares ordenadas por intensidad son: puentes de hidrógeno > fuerzas dipolo-dipolo > fuerzas de London. Algunos ejemplos comunes de sustancias que presentan fuerzas de van der waals son el HCl (dipolo-dipolo) y los hidrocarburos (fuerzas de London). La comprensión de estos conceptos es fundamental en el estudio de la química a nivel de 2 bachillerato y superiores, ya que permiten explicar y predecir el comportamiento de la materia.