Reproducción Asexual y Sexual
Las plantas pueden reproducirse de dos formas principales, cada una con sus ventajas. La reproducción asexual requiere solo un progenitor y produce descendientes idénticos genéticamente, lo que garantiza que características exitosas se mantengan pero reduce la variabilidad genética.
Los métodos asexuales incluyen esporulación (típica de musgos y helechos), multiplicación vegetativa usando células meristemáticas, y fragmentación mediante estructuras como rizomas, tubérculos, bulbos o estolones. Muchas plantas que compramos se propagan artificialmente por injertos, esquejes o acodos.
La reproducción sexual necesita dos progenitores y produce descendencia genéticamente variable, lo que aumenta las posibilidades de adaptación y evolución. Los órganos reproductores varían: arquegonios y anteridios en plantas primitivas, pistilos y estambres en plantas con flores.
En plantas simples como musgos, los gametos son oosferas (femeninas) y anterozoides (masculinos) que se mueven por el agua. En plantas más complejas, encontramos óvulos y granos de polen que pueden dispersarse por aire, agua o animales.
Para recordar: Asexual = clones, ventaja en ambientes estables. Sexual = variabilidad, ventaja en ambientes cambiantes.