Los organismos unicelulares y pluricelulares son fundamentales para entender la organización de la vida en nuestro planeta. Los organismos unicelulares están formados por una sola célula que realiza todas las funciones vitales, como las bacterias, que son los ejemplos más comunes. Entre los eucariotas unicelulares ejemplos encontramos a las amebas, paramecio y levaduras. Por otro lado, los ejemplos de organismos pluricelulares incluyen a todos los animales, plantas y hongos superiores, que están formados por múltiples células especializadas organizadas en tejidos.
El tejido epitelial es uno de los tejidos fundamentales del cuerpo humano, que recubre todas las superficies externas e internas del organismo. El tejido epitelial de revestimiento tiene como principal función proteger y regular el intercambio de sustancias. Se puede encontrar en diferentes formas, incluyendo el tejido epitelial pseudoestratificado presente en las vías respiratorias. Las glándulas son estructuras especializadas del tejido epitelial que pueden ser de dos tipos principales: glándulas exocrinas, que secretan sustancias hacia el exterior del cuerpo a través de conductos (como las glándulas sudoríparas y salivales), y glándulas endocrinas, que liberan hormonas directamente al torrente sanguíneo.
La diferencia entre glándula endocrina y exocrina radica en su mecanismo de secreción y función. Las glándulas endocrinas y sus hormonas son fundamentales para la regulación del metabolismo, crecimiento y desarrollo. Existen diversos tipos de glándulas en el cuerpo humano, cada una con funciones específicas. Entre los tipos de glándulas exocrinas más importantes están las glándulas sebáceas, sudoríparas y digestivas. Las glándulas del cuerpo humano y su función son esenciales para mantener la homeostasis y el correcto funcionamiento del organismo, desde la regulación de la temperatura corporal hasta la digestión de los alimentos.